No te vayas Yasmi, no cojas el tren.
Eso fue lo último que dijeron. Luego nos abrazamos sin hablar y las dejé para pasar el control de seguridad. Cuando me di la vuelta ya habían desaparecido entre la multitud.
Qué rápido se escapan los días cuando estás con las personas que amas, pensé, y me puse en la cola que conducía al andén.
A Elvira y Miriam las conocí en el colegio. Éramos niñas pero aquellos años juntas de inocencia y descubrimiento bastaron para sellar nuestra amistad.
Hoy somos guerreras cada una en su batalla, lejos unas de otras pero cómplices. Lo que más me gusta es que guardamos secretos que nadie sabrá jamás y que somos diferentes, muy diferentes. Que sabemos decirnos la verdad aunque duela y que tenemos siempre tanto que contar que podríamos pasar noches enteras sin dormir.
Pocas personas son capaces de borrar tus heridas por un instante y hacerte sentir ligera como el algodón de azúcar, ellas saben cómo.
Pasar tiempo a su lado es abrir las ventanas del corazón y que se cuelen mariposas y olor a flores.
Aquella tarde, en la estación, hicimos la promesa de volver a vernos pronto. ¿Cuándo? No lo sé con exactitud pero no importa, vale la pena esperar.
Fotos 1, 2, 4, 5, 6, 8, 9, 10: Yasmina Pérez
Foto 3: Elvira de Miguel
Foto 7: Mirian González
Londres, Enero 2015
