DÍA DE FERIA

domingo, 29 de junio de 2014


Me enfundé en un vestido de tirantes, me recogí el pelo en una cola alta y salí a la calle. Era verano y hacía calor, ese calor de las ciudades sin mar que se te pega a la garganta. Bajé por la avenida que daba al parque. Me gustan los parques porque en ellos siempre pasan cosas. Solía venir a éste hace varios años cuando vivía cerca de aquí antes siquiera de que nos conociéramos tú y yo. Yo creo que en los parques la gente olvida sus problemas, no tienes que dar explicaciones a nadie y puedes quedarte el tiempo que quieras. Eso tienen los parques, la ciudad respira por ellos y se nota.
Seguí caminando y me senté en la primera terraza que encontré, el camarero vino enseguida y le pedí una cerveza. Hay momentos en que nada refresca más que una coca cola pero ya sabes que dejé de beberla aquel día que cambiaste la cadena de tu bici. Recuerdo que intentaste sacar el tornillo con ayuda de la llave inglesa y fue imposible, y de repente te acordaste de algo que viste en la tele y cogiste una coca cola de la nevera y la derramaste encima de la tuerca. A los dos minutos ¡clac! La tuerca giró como por arte de magia.
En vez de ponerme a leer o a perder el tiempo con mi móvil me he puesto a escribirte. Hace tiempo que quería hacerlo. No eres mi novio, ni mi ex, ni el tío con el que me gustaría estar. Eres simplemente mi amigo, pero mi amigo de verdad. Porque con los amigos ya se sabe, tarde o temprano te acaban gustando, o tú a ellos, y luego todo se complica.
Me pregunto si sigues yendo en bici cuando nieva, si aún te levantas temprano los sábados y si mantienes la costumbre de comer ensalada los domingos. Ahora, cuando como aceitunas negras me acuerdo de ti.
El 27 volveré a la ciudad por trabajo, te propongo un plan. Repitamos una de aquellas tardes de verano. Llévame a un concierto y a la feria. Y vuelve a ganarme un oso disparando a latas movedizas. Convénceme de nuevo para subir a la montaña rusa más alta en el último turno a medianoche y vuelve a darme la mano cuando toquemos el cielo con los pies.
Que la risa nos deje sin aliento, otra vez.
Texto y fotos: Yasmina Pérez 
Jardin des Tuileries, Paris, Junio 2014






8 comentarios:

  1. dulce sorpresa!!! ... me encanta...!!!!
    por fin ha visto la luz ese bello y dulce don que tienes contigo desde siempre... felicidades.!!! en buen momento... si señor....
    esa eres tu...!!!!

    lindo relato que me supo a poco... <3

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  2. Hola! Te descubrí a través del blog de tu hermana, haces unas fotos preciosas y escribes muy bien. Te sigo

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  3. Hola! Me encanta tu blog! Escribes increíble y tus fotos son especiales. Espero con ansias tu próxima entrada!

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  4. Al fin he llegado, me encanta!!!

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  5. ufff me encanta todo, tus preciosos textos que llegan y nutren el alma, y esa sensibilidad y arte que muestras a través de tu cámara en cada fotografía, mil gracias , esperando con impaciencia tu próxima entrada.

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  6. Hola!!! Tienes razón con lo de los amigos, se acaba complicando el asunto. Y te voy a contar lo que m pasó con una coca cola, see cayó uba papa arrugada dentro y empezó a efervecer como el volcàn de El Hierro, asi bauticé ese momento, pprque en esa época fue cuando pasó. Muy bonito el relato. Besos.

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